Introducción a la cinematografía anamórfica

05.08.2016

Tal y como hablamos hace un par de semanas, existe mucha confusión para algunas personas sobre lo que es el anamórfico. Casi siempre está palabra va unida a a la relación de aspecto 2.39:1, y donde más la hemos visto ha sido en la parte de atrás de nuestros DVDs o Blu-rays. Si recordáis siempre viene la relación de aspecto más la palabreja en cuestión, o la relación de aspecto sin la palabreja, pero nunca la palabreja suelta sin una relación de aspecto al lado.

La explicación es sencilla: cuando hablamos de anamórfico nos referimos a una imagen comprimida geométricamente a través de la óptica, concretamente comprimida por los laterales y estirada en su altura y que posteriormente se corrige de nuevo para poder ver la imagen con las proporciones correctas. Le debemos esta técnica a la TV. Sí, habéis leído bien, a principios de la década de los 50 la fuerte competencia que la TV ofrecía a las salas de cine, motivó que los estudios se esforzasen en hacer la experiencia en una sala de cine completamente única y decidieron cambiar la relación de aspecto estándar, por aquel entonces 1.37:1.

La 20th Century Fox presentó entonces el “Cinemascope”, proceso que permitía seguir usando las cámaras de 35mm y los proyectores que ya existían. Pero la gran ventaja de esta técnica es que nos permite usar al máximo nuestro sensor (analógico o digital) reduciendo el grano o ruido y aumentando la resolución espacial.

Es por esto que algunos fabricantes incorporan a sus nuevas cámaras digitales sensores con una relación de aspecto 4:3 (ej: Arri Alexa Studio) que permite el uso de lentes anamórficas y así aprovechar al máximo las prestaciones. Cuando obtenemos un formato de 2.39:1 simplemente enmascarando parte de nuestro sensor tendremos que aplicar un factor de multiplicación a la hora de proyectar y ya sabéis que problemas nos encontraremos.

Cuando “la Fox” sacó el invento se trataba de un sistema de compresión con un factor 2x tanto en captación como en proyección sobre unas gigantescas pantallas curvas y un sonido a base de 4 canales estereofónicos, todo ello impreso sobre un negativo especial en el que las perforaciones eran más pequeñas para que aumentase el área aprovechable para las pistas de sonido especiales.

A raíz de este lanzamiento surgieron otros sistemas: Techniscope, Super-Scope y SuperTechniscope, pero estos usaban considerablemente menos área de negativo para la imagen, obligando a hacer un hinchado en la copia final con la perdida de calidad asociada. Muchos DoP optaron por usar películas con un grano muy fino para sobrevivir mejor a este paso obligatorio. Con la llegada del DI (Digital Intermediate) estos problemas fueron menores.

Como habréis podido adivinar, el uso de lentes anamórficas es bastante complejo, sobre todo lo era al principio que eran lentes esféricas con un acople frontal que comprimía a la mitad el eje horizontal. De este modo un 50mm se comportaba como un 50mm en la vertical pero como un 25mm en la horizontal. Había que ajustar las distancias de foco para el eje vertical y horizontal indistintamente, afortunadamente las lentes actuales son completamente mecánicas y ellas corrigen solas estos “defectos”.

Si rodáis con lentes de estas características se hace aun más necesario que hagáis todas las pruebas que podáis y que las veáis en la pantalla más grande y con mejores condiciones que os podáis permitir. Recordad que es un sistema pensado para proyectar a lo grande, prestad especial atención a los extremos izquierdo y derecho de la imagen, y procurad rodar siempre con el punto dulce de apertura para controlar las posibles aberraciones.

¡Hasta la próxima!

Mr. Rye

Últimas noticias

LUT (Look Up Table)

01.09.2016

Las LUTs, ese acrónimo que llegó a nuestras vidas con la expansión del digital y que muchos de nosotros usamos con alegría y otros lo pronunciamos con la boca pequeña y para nuestra solapa, no vaya a ser que nos pregunten qué demonios significa ese palabro y descubran que en realidad no lo tenemos muy claro.

f/ vs. T/

25.08.2016

Supongo que todos vosotros estáis más que familiarizados con la escala “f” de vuestros objetivos, o de cualquier otro, pues la escala es universal. Simplificándolo mucho se podría definir como un numerito que te indica cuanta luz deja pasar nuestra óptica en relación a su distancia focal.