Desde hace muchos años, sobre todo desde la irrupción del cine digital, la elección de la relación de aspecto ("aspect ratio", como dicen los americanos) parece limitarse a la configuración de un parámetro de nuestra cámara, y en muchos casos de toma la decisión basándose en aforismos tales como: "2:35 es más cinematográfico".
Esto es un error muy común, y denota una incorrecta planificación de la apariencia final (look) que queremos que tenga nuestra película. Ni que decir tiene que lo correcto sería incluir en el flujo de trabajo (workflow) de nuestra película las correspondientes pruebas de cámara no sólo para determinar que todo funciona correctamente sino para hacer de la manera más precisa posible una simulación de procesos que nos haga estar seguros de qué hacer para llegar a donde queremos llegar. Pero esta es otra historia.
El formato de captura más común en las cámaras digitales es el HDTV (1920 x 1080) o el llamado 2K (2048 x 1080) y por supuesto el 4K (4096 x 2160). La relación de aspecto “nativa” de todas estas cámaras excepto de unas pocas es de 1.78:1, esto esto es porque la mayoría de las cámaras de cine digital deben parte de su diseño a las cámaras de televisión y ya casi se ha adoptado como un nuevo estándar. Sin embargo algunas marcas como Arri, Red o Sony sí han construido cámaras pensadas para la cinematografía digital, incorporando sensores con una relación de aspecto 1.33:1 (4:3 academic) ó 2.0:1 que permiten rodar con lentes anamórficas, mitigando la pérdida de nitidez, claridad y el aumento del ruido al rodar en un formato 2.40:1
Centrémonos en la relación de aspecto. Actualmente los dos formatos cinematográficos más populares son 1.85:1 y 2.40:1 (del 1.78:1 ó 16:9 hablaremos más adelante). En algunos casos aun nos referimos al 2.40:1 como 2.35:1 y es porque en el inicio del CinemaScope la relación era distinta por la inclusión de la banda de sonido. Esto fue modificado por la SMPTE a principios de los 70, pero las viejas costumbres tardan en morir. En cualquier caso la diferencia es mínima.
Si miramos atrás no hay un formato adecuado para nuestra historia si nos fijamos tan sólo en si es drama, comedia o acción, pues la historia del cine está llena de ejemplos de dramas intimistas en 2.40:1 y de películas de paisajes en 1.85:1 siendo todas ellas magníficas películas. Así que: ¿A qué deberíamos prestar atención cuando queremos elegir un formato?¿Qué parámetros deberíamos tener en cuenta? Intentaremos responder estas preguntas brevemente:
Podríamos empezar por algunas de las ventajas y desventajas de estos formatos, pero antes aclarar que en esto de la creatividad todo es subjetivo y lo que para unos es un error o un defecto para otros puede suponer una ventaja o una herramienta creativa que juega a favor de la historia. Mi consejo es que exploréis todas las posibilidades siempre, que hagáis todas las pruebas que podáis y elegid lo que más os guste independientemente de las “prestaciones matemáticas”. También quiero aclarar que en este post sólo estoy refiriéndome a la relación de aspecto y NO ESTOY HABLANDO DE RODAJE ANAMÓRFICO con las consiguientes ventajas y desventajas al usar objetivos tan distintos físicamente.
- Está relacionado con un formato más “íntimo”, donde los primeros planos ocupan más area en la pantalla, por ejemplo.
- Al ser un formato menos panorámico existe la creencia de que es mejor para interiores, pues necesitas decorados menos anchos para la composición, algo que también afecta al presupuesto de construcción de decorados.
- Composición: con este formato es más sencillo componer con líneas verticales, como el interior de una catedral, por ejemplo.
- Si lo comparamos con un formato 2.40:1 rodado con lentes esféricas, éste ofrece mayor resolución y consecuentemente menos ruido en proyección.
- Composición: al tener más altura que el 2.40:1 los techos de los decorados suelen colarse en plano con frecuencia, pudiendo dificultar o restringir las posibilidades de iluminación o las de sonido a la hora de meter la pértiga.
- Composición: este formato permite composiciones algo más complejas por lo general que el 1.85:1. Te permite por ejemplo tener a dos personajes en primer plano en el mismo cuadro o crear más profundidad en la composición usando primeros términos que tapen parte del cuadro, creando incluso la sensación de estar usando una relación de aspecto más intimista según el momento.
- Si tienes grandes decorados este formato te ayudará a retratarlos aumentando el valor de la producción.
- Podría implicar mayor gasto a la hora de construir decorados al tener un formato más “ancho” de lo habitual.
- Planificación y puesta en escena más compleja y requiere más tiempo (presupuesto).
- Si usas lentes esféricas para conseguir este formato pierdes muchas líneas de resolución vertical con la consiguiente deficiencias en la imagen al proyectar.
Más adelante hablaremos sobre las lentes anamórficas, resoluciones, otros aspectos técnicos que deberíamos tener en cuenta.
¡Hasta la próxima!
Mr. Rye
American Cinematographer Manual Tenth Edition - Volume ICopyright© 2013 by The ASC PressHollywood. California, USA All Rights ReservedISBN 978-1-4675-6831-9
Las LUTs, ese acrónimo que llegó a nuestras vidas con la expansión del digital y que muchos de nosotros usamos con alegría y otros lo pronunciamos con la boca pequeña y para nuestra solapa, no vaya a ser que nos pregunten qué demonios significa ese palabro y descubran que en realidad no lo tenemos muy claro.
Supongo que todos vosotros estáis más que familiarizados con la escala “f” de vuestros objetivos, o de cualquier otro, pues la escala es universal. Simplificándolo mucho se podría definir como un numerito que te indica cuanta luz deja pasar nuestra óptica en relación a su distancia focal.